Mijas, de nuevo entre las llamas
13.09.11 - 02:49 -
El calentón del motor de un 'Mitsubishi Pajero' que subía
la carretera de Mijas a Coín, y la decisión de su conductora de aparcar
el coche junto a los árboles hizo saltar la chispa. Los bajos niveles
de precipitación y la aparición del vientos de terral ya en mayo habían
preparado el terreno. Así que ese día -18 de julio de 2001-, en el que
también soplaba un viento fuerte, Sierra Blanca sucumbió ante las llamas
en el mayor incendio que se recuerda en el municipio y que vuelve a la
memoria de los vecinos cada vez que el fuego hace acto de presencia. El
incendio abrasó 700 hectáreas.
Ese día y esa noche, los efectivos del Infoca no dieron
abasto. No solo ardía la sierra de Mijas. No solo peligraban las
urbanizaciones más próximas al pueblo, que en aquella ocasión también
fueron evacuadas. El 18 de julio de 2001, además del gran incendio en
Sierra Blanca, se registraban otros dos fuegos; uno en Pinares de San
Antón, en Málaga capital y otro en los Montes de Málaga. En el primero,
las llamas se aproximaron peligrosamente a las casas y los vecinos se
quejaron del retraso de los efectivos, que por entonces actuaban en
Mijas. El segundo comenzó pasadas las seis de la madrugada.
Pinos, castaños, alcornoques, encinares, pastizales y
matorral. Ese verano ardieron un total de 1.327 hectáreas en la
provincia, porque a la noche del 18 de julio se sumaba otra día marcado
con una cruz negra en el calendario del Infoca: el 25 de junio, cuando
se llegaron a registrar hasta cinco incendios forestales en diferentes
puntos de la provincia, tres de ellos de nuevo en Mijas, aunque de
consecuencias mucho menores.
En julio de 2001 el municipio vivió el mayor fuego de su historia y vio como ardían 700 hectáreas de su sierra. :: SUR |
Demasiadas veces
El nombre del municipio aparece una y otra vez en las
estadísticas de incendios y sus vecinos han padecido demasiadas veces
esa visión infernal de las llamas cerca de sus propiedades, y la
impotencia del desalojo. Se evacuaron varias viviendas a principios de
1999 a causa de un incendio de matorral y monte bajo muy cerca del
pueblo. Ocurría a las diez de la mañana y solo dos horas después se
registraba, a solo 500 metros del primero, un segundo foco. También en
esta ocasión el fuerte viento no ayudó a las labores de extinción.
En junio de 2002, solo un año después del mayor incendio
de la historia de la provincia, Mijas volvía a oler a quemado. Un
incendio arrasaba cuatro hectáreas de matorral mediterráneo y de un
pinar de repoblación. El fuego se inició sobre las dos de la tarde en la
zona de El Chaparral.
Apenas dos meses más tarde, ocho viviendas del Club La
Costa, cercanas a la N-340, tuvieron que ser desalojadas ante el peligro
de ser alcanzadas por las llamas. Faltaban dos minutos para las siete
de la tarde cuando saltó la alarma, al divisarse el fuego entre las
urbanizaciones El Chaparral y La Poderosa, en la margen derecha de la
N-340.
De nuevo sopló un viento fuerte, esta vez de poniente,
que posibilitó que el fuego avanzara a gran velocidad y que afectara a
un total de diez hectáreas de monte bajo.
Quema de restos agrícolas
La sierra de Mijas vuelve a sobresaltase con un incendio
en el verano de 2008, provocado por la quema de restos agrícolas en una
finca y sin guardar las medidas de seguridad oportunas. En esta ocasión,
el fuego comenzó en el paraje Rosa Alta y terminó afectando más de 27
hectáreas de terreno forestal y urbano.
Entrerríos, una de las zonas más afectadas por el
incendio que se registró en la noche del domingo en la sierra de Mijas,
también fue noticia en agosto de hace un par de años, ya que en ella se
registró un pequeño incendio forestal que afortunadamente y en esa
ocasión, no revistió gravedad.
Solo dos meses después, Mijas vuelve a saltar a los
titulares debido a un nuevo fuego, el penúltimo. En esa ocasión una
veintena de personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas solo dos
días después de que las llamas hubieran obligado a desalojar un centenar
de viviendas en Benalmádena.
En ambos casos, de nuevo las fuertes rachas de viento
fueron protagonistas. En el caso de Mijas, el fuego se originó en La
Alquería, una zona localizada en la carretera que une Mijas pueblo con
Fuengirola. El incendio se registró sobre las nueve de la noche y la
fuerza del viento multiplicó las llamas. También en esta ocasión se
movilizaron a bomberos de Marbella, Fuengirola, Benalmádena y Mijas. El
fuego se cebó con la urbanización y con el paraje.
Los técnicos han situado en una hoguera mal apagada en
una zona de recreo de Mijas el único foco del fuego que devastó casi
700 hectáreas el pasado domingo y obligó a desalojos masivos. La
prudencia y discreción del alcalde de Mijas ardieron a lo bonzo con sus
especulaciones lanzadas el lunes a humo de pajas, pero se trata de una
lección menor respecto a otras que necesitan, penosamente, ser
recuperadas por todos. Esa imprudencia mezcla de ignorancia e incivismo
se transforma, en plena naturaleza, en un arma de destrucción masiva
cuando hay cerillas a mano. La estupidez dominguera no decae como forma
de maldición que tira al monte y lo destruye.
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