jueves, 15 de septiembre de 2011

Mijas, de nuevo entre las llamas 

13.09.11 - 02:49 -
 
 
 
 
El calentón del motor de un 'Mitsubishi Pajero' que subía la carretera de Mijas a Coín, y la decisión de su conductora de aparcar el coche junto a los árboles hizo saltar la chispa. Los bajos niveles de precipitación y la aparición del vientos de terral ya en mayo habían preparado el terreno. Así que ese día -18 de julio de 2001-, en el que también soplaba un viento fuerte, Sierra Blanca sucumbió ante las llamas en el mayor incendio que se recuerda en el municipio y que vuelve a la memoria de los vecinos cada vez que el fuego hace acto de presencia. El incendio abrasó 700 hectáreas. 
 
Ese día y esa noche, los efectivos del Infoca no dieron abasto. No solo ardía la sierra de Mijas. No solo peligraban las urbanizaciones más próximas al pueblo, que en aquella ocasión también fueron evacuadas. El 18 de julio de 2001, además del gran incendio en Sierra Blanca, se registraban otros dos fuegos; uno en Pinares de San Antón, en Málaga capital y otro en los Montes de Málaga. En el primero, las llamas se aproximaron peligrosamente a las casas y los vecinos se quejaron del retraso de los efectivos, que por entonces actuaban en Mijas. El segundo comenzó pasadas las seis de la madrugada. 
 
Pinos, castaños, alcornoques, encinares, pastizales y matorral. Ese verano ardieron un total de 1.327 hectáreas en la provincia, porque a la noche del 18 de julio se sumaba otra día marcado con una cruz negra en el calendario del Infoca: el 25 de junio, cuando se llegaron a registrar hasta cinco incendios forestales en diferentes puntos de la provincia, tres de ellos de nuevo en Mijas, aunque de consecuencias mucho menores.
 
En julio de 2001 el municipio vivió el mayor fuego de su historia y vio como ardían 700 hectáreas de su sierra. :: SUR
 
 
Demasiadas veces 
 
El nombre del municipio aparece una y otra vez en las estadísticas de incendios y sus vecinos han padecido demasiadas veces esa visión infernal de las llamas cerca de sus propiedades, y la impotencia del desalojo. Se evacuaron varias viviendas a principios de 1999 a causa de un incendio de matorral y monte bajo muy cerca del pueblo. Ocurría a las diez de la mañana y solo dos horas después se registraba, a solo 500 metros del primero, un segundo foco. También en esta ocasión el fuerte viento no ayudó a las labores de extinción. 
 
En junio de 2002, solo un año después del mayor incendio de la historia de la provincia, Mijas volvía a oler a quemado. Un incendio arrasaba cuatro hectáreas de matorral mediterráneo y de un pinar de repoblación. El fuego se inició sobre las dos de la tarde en la zona de El Chaparral.
 
Apenas dos meses más tarde, ocho viviendas del Club La Costa, cercanas a la N-340, tuvieron que ser desalojadas ante el peligro de ser alcanzadas por las llamas. Faltaban dos minutos para las siete de la tarde cuando saltó la alarma, al divisarse el fuego entre las urbanizaciones El Chaparral y La Poderosa, en la margen derecha de la N-340. 
 
De nuevo sopló un viento fuerte, esta vez de poniente, que posibilitó que el fuego avanzara a gran velocidad y que afectara a un total de diez hectáreas de monte bajo. 
 
Quema de restos agrícolas 
 
La sierra de Mijas vuelve a sobresaltase con un incendio en el verano de 2008, provocado por la quema de restos agrícolas en una finca y sin guardar las medidas de seguridad oportunas. En esta ocasión, el fuego comenzó en el paraje Rosa Alta y terminó afectando más de 27 hectáreas de terreno forestal y urbano.
Entrerríos, una de las zonas más afectadas por el incendio que se registró en la noche del domingo en la sierra de Mijas, también fue noticia en agosto de hace un par de años, ya que en ella se registró un pequeño incendio forestal que afortunadamente y en esa ocasión, no revistió gravedad. 
 
Solo dos meses después, Mijas vuelve a saltar a los titulares debido a un nuevo fuego, el penúltimo. En esa ocasión una veintena de personas tuvieron que ser evacuadas de sus casas solo dos días después de que las llamas hubieran obligado a desalojar un centenar de viviendas en Benalmádena. 
 
En ambos casos, de nuevo las fuertes rachas de viento fueron protagonistas. En el caso de Mijas, el fuego se originó en La Alquería, una zona localizada en la carretera que une Mijas pueblo con Fuengirola. El incendio se registró sobre las nueve de la noche y la fuerza del viento multiplicó las llamas. También en esta ocasión se movilizaron a bomberos de Marbella, Fuengirola, Benalmádena y Mijas. El fuego se cebó con la urbanización y con el paraje.
 
 
 
Los técnicos han situado en una hoguera mal apagada en una zona de recreo de Mijas el único foco del fuego que devastó casi 700 hectáreas el pasado domingo y obligó a desalojos masivos. La prudencia y discreción del alcalde de Mijas ardieron a lo bonzo con sus especulaciones lanzadas el lunes a humo de pajas, pero se trata de una lección menor respecto a otras que necesitan, penosamente, ser recuperadas por todos. Esa imprudencia mezcla de ignorancia e incivismo se transforma, en plena naturaleza, en un arma de destrucción masiva cuando hay cerillas a mano. La estupidez dominguera no decae como forma de maldición que tira al monte y lo destruye.

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